La pulsera de caracolas

Hoy llegó al despacho, después de haber pasado casi tres años desde que nos vimos por última vez. Llegó puntual. Siempre sonriente, educada, serena y paciente. Llevaba tiempo pidiendo hablar conmigo. Quería contarme cómo le iban las cosas.-

-- ¿Cómo esta todo B?- Bien…bueno más o menos. Quería charlar contigo para contarte cómo me va la vida. Anoche pasé mucho frio y aún no he desayunado (Eran las 10.00 a.m)

- Madre de dios ¿Y cómo estás haciendo para conseguir alimento?

- Pues, gracias a los vales que me da la trabajadora social. Aunque hace mucho que no como nada caliente. Bueno tengo unos amigos en un bar que a veces me calientan algo de carne. También hago estas pulseras de caracolas y las vendo en la calle – Saca las pulseras de un pequeño estuche - Quisiera conseguir una licencia para vender y que la policía no me diga nada.

- ¡Qué bonitas B ! ¿Y cómo las haces? ¿Compras las caracolas o las consigues en el mar?

- Las consigo en el mar. Todos los días voy a recogerlas, limpiarlas, agujerarlas y luego hacer las pulseras.

- ¿Tienes abrigo?- Poco.

- ¿Y cuéntame…? Me dijeron que querías verme ¿En qué puedo ayudarte B?

- No aguanto más, quiero salir de la calle. Hace frío, anoche pasé mucho frío.

- ¿Has tenido problemas en la calle? ¿Te sientes segura?

- Si, más o menos. Mi perro me defiende.

Vimos tranquilamente toda la situación y las salidas a la misma a corto plazo. Hasta dentro de 4 meses no tendrá derecho a un subsidio del INEM y la PCI le tardaría unos 8. Hasta entonces tendrá que seguir durmiendo en la playa. Lleva en la calle casi tres años, a causa de falta de ingresos para pagar un alojamiento. No tiene familia aquí en Tenerife. Tiene a su madre lejos, en otro país. La relación con ella está muy deteriorada. Su hija vive aún más lejos, y se comunican de vez en cuando por internet o teléfono. Pero “Ella tiene su vida”, afirma.

A pesar de todas sus dificultades, B es capaz de sonreír a la vida. Tiene objetivos, tiene metas y sueños. Se considera una persona fuerte. Tiene un gran talento: sus pulseras de caracolas. Es empática, le gusta ayudar a la gente, tiene un gran nivel cultural y una visión de la vida optimista y esperanzadora. ¿Por qué una persona con esta cantidad de recursos personales ha de estar sumida en la exclusión más severa?

Me cuenta que hace unos días, una señora de alta posición social se paró a hablar con ella en la calle. Esta señora al ver capacidad de escucha de B, le contó algunos de sus problemas y le dijo que no era feliz. B le dio algunos humildes consejos. Se sintió muy realizada. Reflexiona en cómo el dinero no da la felicidad y, a pesar de las circunstancias en las que se encuentra, dice que extrae pequeños momentos de felicidad en el sol, el mar, la brisa de la playa, algunas conversaciones que tiene con otras personas sin hogar y en hacer sus pulseras.

Quedamos para la próxima semana para un nuevo encuentro de apoyo, porque poco más puedo hacer por lo pronto. Antes de irse me dijo que quería hacerme un regalo, que eligiera una pulsera. Era importante para ella que lo aceptara. Así lo hice.

Desde entonces la llevo puesta. Y no la hago simplemente por haber sido un regalo. La llevo porque para mí simboliza: GENEROSIDAD, a pesar de estar en la más absoluta pobreza, B es capaz de dar y regalar lo poco que tiene;TALENTO, es el resultado de un trabajo a mano, laborioso y creativo, que hace evidente sus habilidades y capacidades; SACRIFICIO, porque pudiendo haber cobrado 1 euro por la pulsera a otra persona, ha optado por regalármela;CONCIENCIA: ante personas y situaciones como B, uno siente que sus problemas son insignificantes; SATISFACCIÓN, por pertenecer al gremio de la profesión que desde hace más de 100 años, se dedica con esmero a luchar por la justicia social, los derechos humanos y la calidad de vida del ser humano. El trabajo social; ESPERANZA, porque me recuerda que el ser humano, a pesar de las adversidades, es capaz de soñar y luchar por sus metas.Cuanto valor puede albergar una simple PULSERA DE CARACOLAS….

Gracias B.