Los problemas de salud mental son una problemática con una alta incidencia en España y en el resto del mundo. Se estima que 450 millones de personas en todo el mundo padecen alguna enfermedad mental (OMS, 2005). En España las sufren el 9% de la población, generando importantes repercusiones negativas en la calidad de vida de las personas, muy por encima de las que ocasionan las enfermedades crónicas como la artritis, la diabetes o las enfermedades cardiacas y respiratorias (Ministerio Sanidad y Consumo, 2007).
Resulta relevante que los y las profesionales del Trabajo Social, en su intervención con personas en situación de exclusión social, tengan en cuenta la relación que existe entre los estresores psicosociales y ambientales y los problemas de salud mental, tanto en el diagnóstico como en el diseño de la estrategia de intervención.